En 1996, científicos demostraron que ciertos receptores presentes en la mosca de la fruta (Drosophila) eran esenciales en el proceso de la inmunidad antifúngica. A partir de allí se encontraron similaridades con receptores en otras especies (incluidos mamíferos) que poseían una función similar en cuestión de inmunidad. Por esta razón se los llamó Toll (una expresión de festejo en idioma alemán).
Los TLR son constituidos por once tipos de receptores de membrana. Tiene en su estructura un componente similar que se encuentra presente en receptores de Interleuquina 1, razón por la cual se le denominó TIR (Toll/IL-1 receptor) al dominio.
Parham Meter, Inmunología 2º Edición Editorial Médica Panamericana,( 2006)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario